La insuficiencia tricuspídea es la valvulopatía mas frecuentemente encontrada en la practica de ecocardiografía diaria, pero a pesar de esto aun hay escases de información con respecto al pronóstico, algoritmos de abordaje y clasificación. El seguimiento de los pacientes operados de enfermedades valvulares del lado izquierdo del corazón y de los pacientes intervenidos con técnicas percutáneas transcateter han permitido demostrar que la presencia de grados moderados o severos de insuficiencia tricuspídea se relacionan con peor pronóstico, menor sobrevida a largo plazo y mayor riesgo de muerte por causas cardiovasculares, hospitalización por descompensación de falla cardiaca y uso de diuréticos. Parece clínicamente relevante realizar una correcta clasificación de la severidad de la insuficiencia tricuspídea en pacientes con formas aisladas o que van a ser sometidos a operación del lado izquierdo del corazón o revascularización miocárdica ya que el intervencionismo medico y quirúrgico sobre esta válvula podría modificar el mal pronóstico. Se plantea un esquema de clasificación con variables cuantitativas y semicuantitativas fáciles de obtener que permita identificar tempranamente a pacientes que se beneficien de un manejo oportuno antes que se produzcan cambios estructurales o funcionales irreversibles.
La fibrilación auricular (FA) es la arritmia crónica más frecuente en los adultos, su aparición en el postoperatorio de los pacientes sometidos a cirugía cardiaca, se ha asociado a hospitalizaciones más largas, y mayor morbimortalidad. La evidencia publicada de esta patología cardíaca muestra que esta situación ocurre en alrededor de un 15-45% de los paciente. Las alteraciones de la estructura y de la función auricular, en los pacientes con estenosis aórtica severa generan un aumento de la presión de la aurícula izquierda, dilatación de la cavidad y disfunción de ésta. Se ha postulado que la disfunción de la aurícula izquierda en pacientes sometidos a cirugía de recambio valvular aórtico por estenosis aórtica severa contribuye a la formación de esta arritmia. Pessoa-Amorim, et al, postularon que la evaluación de la función de la aurícula izquierda mediante speckle tracking permite predecir la aparición de fibrilación auricular de novo, en este grupo de pacientes, y que esto no tendría necesariamente relación con las dimensiones de la aurícula izquierda.
Hasta el 13% de las poblaciones de los 21 países endémicos siguen en riesgo de contraer la enfermedad de Chagas. La infección nacional estimada es más alta en Bolivia (6,1%), seguida de Argentina (3,6%) y Paraguay (2,1%), mientras que la mayor cantidad de personas que viven con la enfermedad de Chagas, el 42% de todos los casos, vive en Argentina (1,5 millones personas) y Brasil (casi 1,2 millones de personas). Es probable que casi 1,2 millones de personas en estos países tengan miocardiopatía chagásica. En las últimas décadas, la enfermedad de Chagas también se ha detectado en países no endémicos, fenómeno ligado a la movilidad poblacional y los movimientos migratorios que ha llevado a la globalización de la enfermedad. Como consecuencia de la migración mundial más de 300.000 personas en los Estados Unidos, 100.000 en Europa, 5.500 en Canadá, 3.000 en Japón y 1.500 en Australia viven actualmente con la infección por Trypanosoma cruzi(1,2,3,7).
Con el pasar de años, continuamos en la búsqueda de la técnica ideal para el abordaje de la severidad y extensión de la enfermedad arterial coronaria, modificando técnicas invasivas y no invasivas para el diagnóstico y seguimiento de estos pacientes.
Se realizó un estudio prospectivo, observacional, multicéntrico, en el que se evaluó qué tan factible resulta la medición de la reserva de flujo coronario mediante ecocardiograma estrés y cuál es su correlación con las diferentes variables hemodinámicas, anatómicas y funcionales en la enfermedad arterial coronaria y falla cardíaca.
La hipertensión pulmonar (HP) es un problema de salud importante a nivel mundial. Hoy en día existe un aumento de la prevalencia de la HP en la población anciana, esta se asocia con un peor resultado en este grupo etario. El diagnóstico definitivo de HP requiere la demostración hemodinámica mediante cateterismo cardíaco derecho; no obstante, es un procedimiento invasivo asociado con morbilidad y mortalidad. Es necesario realizar mayores esfuerzos de investigación global para establecer estrategias diagnósticas y tratamientos preventivos para la HP, especialmente en la población mayor. En comparación con el cateterismo cardiaco derecho, la ecocardiografía Doppler es un método no invasivo, económico y ampliamente disponible, que resulta atractivo no solo como herramienta de detección de HP sino también como método para monitorear la progresión de la enfermedad.
Los accidentes cerebrovasculares son la segunda causa de muerte y la primera causa de discapacidad en todo el mundo(1), una cuarta parte de estos eventos son criptogénico y se presentan en población menor de sesenta años, desde hace décadas esta patología ha sido un desafío, para cardiólogos y neurólogos, por su complejidad y sobre todo por su dificultad a la hora definir sus posibles causas, algunos estudios sugieren que podría existir una marcada relación entre el foramen oval permeable y estos eventos. En este artículo se da la importancia de los estudios ecocardiográficos en la medición de la dilatación de la raíz aórtica, la movilidad del septum interauricular y su relación con el foramen oval permeable, como desencadenantes de un evento cerebrovascular isquémico, lo que ayudaría a los clínicos a tomar decisiones acerca de la conductas apropiadas en estos pacientes.
En diciembre de 2019 se detectó el primer caso de infección por SARS-CoV2 o más comúnmente conocido como COVID-19 en Wuhan, China. Posteriormente esta infección se convirtió en una pandemia global que ha afectado ya a más de cien millones de personas y provocado el fallecimiento de alrededor de tres millones.
El sistema respiratorio es el más afectado requiriendo en muchas ocasiones oxigenoterapia suplementaria y en casos graves ingreso en Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) debido a la necesidad de intubación orotraqueal (IOT). A pesar de ello, otros órganos se ven afectados como es el caso del sistema cardiovascular influyendo en la morbilidad y mortalidad. Para la exploración cardíaca la ecocardiografía se ha convertido en una pieza fundamental y ante esta patología no iba a ser diferente. Debido al riesgo de contagio que conlleva una exploración a pie de cama del paciente con COVID-19, los estudios realizados deben ser justificados y con un objetivo claro y conciso. Los hallazgos ecocardiográficos específicos obtenidos en estos enfermos pueden explicar mejor la fisiopatología del virus y ayudar en su diagnóstico, detección de complicaciones y tratamiento.
En el estudio objeto de este trabajo se presentarán las principales indicaciones y hallazgos de ecocardiografía transtorácica (ETT) en una cohorte de pacientes afectos por SARS-CoV2 de un hospital de cuarto nivel situado en Nueva York.
La insuficiencia tricuspídea es la afección más frecuente de la válvula tricúspide, siendo en su mayoría secundaria a afecciones que determinan sobrecarga del ventrículo derecho y menos frecuentemente primaria, adquirida o congénita. En su forma leve se presenta con mucha frecuencia en sujetos sanos, siendo su evolución benigna. Existen formas moderadas y severas que, cualquiera sea su etiología, pueden constituirse en un problema de difícil resolución para el médico clínico. El ventrículo derecho puede llegar al daño miocárdico irreversible por sobrecarga crónica. La IT aumenta la morbimortalidad en forma significativa. No suele producir síntomas , aunque en la IT grave encontraremos la típica del fallo cardíaco derecho con pulsaciones cervicales, disnea, hepatomegalia, edemas en miembros inferiores, etc. A la exploración física un soplo holosistólico que se ausculta mejor en el borde medioesternal o esternal inferior izquierdo. Es típica la fibrilación auricular. El diagnóstico se basa en el examen físico y la ecocardiografía que ha tomado el papel princial y permite cuantificarla siendo una medición habitualmente multiparamétrica. La RM cardíaca actualmente constituye el método preferido para evaluar el tamaño y la función del VD, que se debe efectuar en forma típica cuando la calidad de la imagen ecocardiográfica es inadecuada.
El tratamiento médico es sintomático y fisiopatológico. Los resultados son favorables a la reparación en comparación con la sustitución valvular. Sin embargo, cuando existe una deformación anatómica primaria se opta por la sustitución con bioprótesis o con válvula mecánica.
Recientemente cada vez existe más interés en la valoración de la insuficiencia tricúspidea y una graduación de está más ajustada a su impacto pronóstico. Hoy en día se considera que la IT masiva conlleva al remodelado del ventrículo derecho con un consiguiente aumento de la mortalidad. El interés del artículo analizado reside en que los autores tratan de demostrar la utilidad de utilizar la medición de la vena contracta como parámetro único a la hora de graduar la insuficiencia tricuspídea, pudiendo localizar de una manera rápida aquellos pacientes que se beneficiarían de una intervención percutánea
Desde la introducción de la ecocardiografía como herramienta fundamental en el cuidado del paciente crítico, la educación y enseñanza de la misma ha tenido una tendencia enfocada a un examen dedicado a descartar patologías graves mediante la visualización de las estructuras cardiaca (disfunción sistólica ventricular izquierda, derrame pericárdico/taponamiento, datos de hipertensión pulmonar y tamaño de ventrículo derecho) en un paciente con compromiso hemodinámico.
Sin embargo, la valoración de la función diastólica es una practica menos común y que aporta gran información. La medición y evaluación es un elemento fundamental en críticos, siendo el paciente séptico un ejemplo típico con un importante trastorno hemodinámico que precisa una resucitación precoz. La fluidoterapia es un paso inicial clave en esta patología y la respuesta a la sobrecarga de volumen se debe reevaluar constantemente.
La función diastólica también es precisa o es conveniente realizar su valoración en otras diversas situaciones en el paciente crítico como por ejemplo el edema pulmonar cardiogénico y no cardiogénico, el infarto agudo de miocardio en fases agudas, el destete de la ventilación mecánica no invasiva entre otras(2,3).
La insuficiencia tricúspide funcional significativa es una valvulopatía cuyo manejo todavía sigue siendo un difícil. Tanto el manejo conservador con tratamiento médico como la intervención sobre la misma tienen un pronóstico similar, con la mayor mortalidad operatoria como valvulopatía aislada. Poco a poco se están desarrollando técnicas percutáneas de intervención que buscan una reducción de esta morbimortalidad. No obstante, para un adecuado manejo es fundamental una correcta cuantificación. No sólo para establecer el grado de insuficiencia tricuspídea, sino para determinar el momento idóneo de la intervención valorando el tamaño y función ventricular derecha y la presencia o no de hipertensión arterial pulmonar. La determinación de la severidad sigue siendo difícil, tanto por ecocardiografía bi como tridimensional con múltiples parámetros disponibles. La resonancia magnética cardiaca emerge como técnica de imagen útil para la gradación de la insuficiencia tricúspide y además es la técnica de elección para una pormenorizada valoración de la función ventricular derecha, clave en el pronóstico de estos pacientes.