Destacamos este espectacular caso compartido por Javier Urmeneta (@javierurmeneta1).
Ductus arterioso persistente. Loving MRI. Loving 4D-Flow en Hospital Quirónsalud. Madrid @jacabreracardio @QS_Madrid @quironsalud @ImagenCardiaca @HugoMartinezCMR @LopezOpitz @epozoosinalde @MAecocardio @danilorenzatti @eliseovano @pabloauq50@GARCIAEDINSON95 #WhyCMR pic.twitter.com/9ieA3xlg16
— Javier Urmeneta (@javierurmeneta1) November 29, 2019
La amiloidosis es una enfermedad sistémica producida por el depósito extracelular de fibrillas de proteínas anormales e insolubles en distintos órganos ocasionando la alteración de su morfología y de su función. Existen diferentes tipos de amiloidosis, siendo las más frecuentes la amiloidosis AL y la ATTR. En ambas la afectación cardiaca va a ser la determinante del pronóstico en estos pacientes. Clásicamente el diagnóstico de esta patología requería el uso de técnicas invasivas, sin embargo, la mejoría de las técnicas de imagen ha cambiado de forma radical este escenario. La técnica de imagen inicial es la ecocardiografía, si bien, en los últimos años, el desarrollo de otros técnicas como la gammagrafía y la resonancia magnética cardiaca ha mejorado el manejo de esta entidad. En la actualidad disponemos de diferentes parámetros no invasivos, derivados de las técnicas de imagen, que nos permiten hacer una estratificación pronostica de estos pacientes, sin embargo, presentan limitaciones lo que hace necesario el estudio de otros parámetros que nos sean válidos para estos fines y así mejorar el abordaje que hacemos con los afectos por esta patología, especialmente en una época en la que han aparecido nuevos tratamientos y procedimientos capaces de modificar el curso de la enfermedad.
Bonitas imágenes las compartidas por Santo Dellegrottaglie (@SantoDellegrot1).
LV apical ballooning by #WhyCMR. Finding takotsubo cardiomyopathy: don’t need nothing else! With @AScatteia and the team of https://t.co/4FB1XnT1Rx. @SCMRorg pic.twitter.com/Q1HVhR0AgW
— Santo Dellegrottaglie (@SantoDellegrot1) June 19, 2020
A pesar de los grandes avances en el tratamiento, el infarto agudo de miocardio (IAM) sigue constituyendo en la actualidad una de las principales causas de mortalidad y de la mayoría de los ingresos hospitalarios. Tras el IAM resulta imprescindible llevar a cabo una evaluación del riesgo individual, con el objeto de poder identificar aquellos pacientes con riesgo elevado. Hasta ahora, la estratificación pronóstica se ha basado atendiendo a parámetros clínicos y ecocardiográficos como la función ventricular. Sin embargo, en los últimos años surge la Cardiorresonancia magnética (CMR) que se perfila como una herramienta robusta capaz de aportar información pronóstica a través de parámetros altamente reproducibles. El estudio PROSPECT analiza el papel de esta técnica en la estratificación del riesgo de los pacientes con IAM.
La Resonancia Magnética Cardiovascular es una técnica versátil, no invasiva y no ionizante, que permite el estudio anatómico y funcional de distintas masas cardiacas, además de la capacidad de caracterización tisular con distintas secuencias. Este artículo de revisión pretende demostrar la utilidad de esta técnica en distintos tipos de masas de acuerdo a la experiencia de un instituto nacional de referencia, el algoritmo de diagnóstico etiológico y su aplicación en el seguimiento de estos pacientes.
La insuficiencia tricúspide funcional significativa es una valvulopatía cuyo manejo todavía sigue siendo un difícil. Tanto el manejo conservador con tratamiento médico como la intervención sobre la misma tienen un pronóstico similar, con la mayor mortalidad operatoria como valvulopatía aislada. Poco a poco se están desarrollando técnicas percutáneas de intervención que buscan una reducción de esta morbimortalidad. No obstante, para un adecuado manejo es fundamental una correcta cuantificación. No sólo para establecer el grado de insuficiencia tricuspídea, sino para determinar el momento idóneo de la intervención valorando el tamaño y función ventricular derecha y la presencia o no de hipertensión arterial pulmonar. La determinación de la severidad sigue siendo difícil, tanto por ecocardiografía bi como tridimensional con múltiples parámetros disponibles. La resonancia magnética cardiaca emerge como técnica de imagen útil para la gradación de la insuficiencia tricúspide y además es la técnica de elección para una pormenorizada valoración de la función ventricular derecha, clave en el pronóstico de estos pacientes.
Magníficas imágenes las de este caso compartido por kazi ferdous (@fazalabul).
How blood going through a prosthetic valve. pic.twitter.com/JYb4VPmWRb
— kazi ferdous (@fazalabul) November 11, 2019
Otro estupendo caso para debate compartido por J.Lopez-Opitz @CardioImagen_cl @LopezOpitz.
46 yo ??/ Severe hypertension #echofirst ? HCM ( Septum 18mm) @MasriAhmadMD @cshenoy3 @aguscianca @iamritu @chiarabd @drzgezdentok1 @DrFuisz @purviparwani @danilorenzatti @tavoave @falcardio @pilugargon @ecocardio_cl @j_alvarezgarcia @Lidia_Bos @fabrizioricci @rladeiraslopes pic.twitter.com/WBKZXvLw5G
— J.Lopez-Opitz@CardioImagen_cl (@LopezOpitz) September 22, 2019
LGE (-) @danilorenzatti @MasriAhmadMD @falcardio pic.twitter.com/bC9OyaGOpS
— J.Lopez-Opitz@CardioImagen_cl (@LopezOpitz) September 22, 2019
— J.Lopez-Opitz@CardioImagen_cl (@LopezOpitz) September 23, 2019
El infarto agudo de miocardio con elevación del segmento-ST (IAMCEST) es una enfermedad de alta prevalencia en cuyo tratamiento se ha evolucionado significativamente en las últimas décadas, especialmente con la angioplastia primaria, disminuyendo de forma notable, pero no suficiente, tanto su mortalidad como las complicaciones asociadas al mismo. El trabajo elegido es la “Identificación de pacientes de alto riesgo después de un infarto agudo de miocardio con elevación del segmento-ST”. Son muchas las incógnitas que existen sobre el tamaño del infarto y la obstrucción microvascular, cuáles son los factores predisponentes, y por tanto si consiguiéramos una mejor evaluación del problema quizá seríamos capaces de encontrar soluciones y con ello mejorar el pronóstico de los pacientes.
Las enfermedades cardiovasculares continúan siendo la primera causa de muerte en el mundo occidental, dentro de las cuales la cardiopatía isquémica lidera el pódium.
En los últimos años han surgido numerosos estudios en este ámbito, y se han ido desarrollando nuevas herramientas tanto diagnósticas como terapéuticas, extendiéndose en nuestra práctica clínica para mejorar tanto la supervivencia como la calidad de vida de nuestros pacientes, además de servirnos para intentar prevenir posibles eventos secundarios. Al aumentar la esperanza de vida de vida de estos pacientes, aumenta también su complejidad y surge la necesidad de nuevas estrategias de evaluación pronóstica.
La resonancia magnética cardiaca se ha desarrollado exponencialmente en las últimas décadas, volviéndose una prueba indispensable en algunas patologías tanto para diagnóstico como para seguimiento y evaluación pronóstica. En el ámbito de la enfermedad coronaria ha aportado gran valor, además de la detección de isquemia en estudios de perfusión, el realce tardío con gadolinio permite identificar la localización y extensión de la necrosis miocárdica, así como potenciales zonas de recuperación, siendo el estudio de referencia para determinar la viabilidad miocárdica.
Existen múltiples publicaciones sobre la influencia pronóstica de la necrosis transmural postinfarto pero este estudio pretende analizar el impacto pronóstico en cuando a número de escaras miocárdicas.