Otro interesante caso de nuestro colaborador J.Lopez-Opitz @CardioImagen_cl @LopezOpitz.
69 yo ??> AVR (1 year ago). Recurrent pericardial effusion @iamritu @chiarabd @s_e_petersen @DrMarkWestwood1 @tavoave @vass_vassiliou @purviparwani @DrFuisz @cshenoy3 @MasriAhmadMD @danilorenzatti @falcardio @almasthela @mariovar55 @ecocardio_cl @fabrizioricci @AMoustafa_MD ? pic.twitter.com/Hsg6UNxZjn
— J.Lopez-Opitz@CardioImagen_cl (@LopezOpitz) February 4, 2020
El pericardio está formado por dos capas: el pericardio visceral, constituido por una sola capa de células mesoteliales, elastina y colágeno, adherido a la superficie epicárdica del corazón, y una capa parietal avascular y con amplia red de fibras de colágeno. En el ser humano esta fina estructura llega a medir normalmente hasta 2 mm de espesor. Su función es fundamentalmente mecánica adaptándose a los cambios de volumen de las cavidades cardíacas, aunque variaciones importantes de éstas o la afectación de su tejido, lo hace más rígido condicionando un comportamiento constrictivo. Son múltiples las patologías que pueden afectarlo, desde inflamación, trauma, radiación hasta infiltración tumoral(1, 2).