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Con la colaboración de Grupo CTO

Editoriales

La monitorización como herramienta de atención sanitaria

La monitorización continua de diferentes variables fisiológicas del paciente ofrece información crucial e incluye una multitud de parámetros como temperatura, pulso, ECG, toma de presiones, etc, que se tomaban clásicamente a la cabecera del enfermo. Un cambio muy importante en los últimos años, favorecidos por los avances en la informática, miniaturización electrónica e inteligencia artificial, ha sido
la aparición de dispositivos portátiles (wearables) que permiten monitorizar con éxito todo tipo de señales que pueden tener un gran impacto en el tratamiento del paciente.


En la creencia popular, un apto físico «normal» para realizar deporte, equivale a una póliza de seguro que indica que nada debería ocurrir en un esfuerzo físico intenso. La comunidad médica sabe que no es así; sin embargo, en punto satisfacemos la demanda de una sociedad y damos, sin darnos cuenta, garantías implícitas de que «por un año» (dado que habitualmente es anual y así se lo exige) el cuerpo responderá sin inconvenientes (en términos de Muerte Súbita (MS)) a una alta exigencia física. Como concepto social es una falacia: se da por valido («nada va a ocurrir») algo que parte de una premisa equivocada («el apto físico es 100% seguro»).


En los últimos 50 años, la ecocardiografia ha producido una auténtica revolución en el campo del diagnóstico no invasivo de las enfermedades cardiacas. La ecocardiografía se caracteriza por ser uno de los procedimientos diagnósticos de imagen más baratos y accesibles, por lo que es la técnica diagnostica más frecuentemente empleada en la valoración rutinaria del enfermo cardiovascular. En los últimos años la rápida expansión de método diagnóstico y de sus ámbitos de uso ha hecho que con frecuencia la dotación de recursos humanos y tecnológicos sea insuficientes para cubrir las amplias demandas generadas.


En 1736, Giovanni Maria Lancisi(1) reportó una Familia con 4 generaciones de enfermedad recurrente caracterizada por palpitaciones, falla cardíaca, dilatación aneurismática del ventrículo derecho (VD) y muerte súbita.


Los contrastes ecocardiográficos son suspensiones de microburbujas que, inyectadas por vía intravenosa, aumentan la intensidad de la señal ecográfica mejorando sensiblemente la relación señal-ruido.


Si bien sabemos que los virus son la causa más común de miocarditis (50% -70% de todos los casos)(1), el concepto de miocarditis no ha sido uniformemente establecido, prestándose a confusión.


La Cardiología ha evolucionado rápidamente en las últimas décadas, aumentando de forma exponencial su volumen y complejidad de los procedimientos y técnicas con ella relacionados. Nacida como una escisión de la Medicina Interna, la Cardiología se ha ido dividiendo en subespecialidades con el avance del saber médico.


Cuando, en diciembre 2019, se produjo el primer caso reportado de infección por coronavirus SARS-Cov-2 en la ciudad de Wuhan (China) y comenzó su prepagación a los conco continentes que motivó la declaración de la pandemia COVID-19 por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 11 de marzo 2020, pocos pudieron prever la vertiginosa cadena de acontecimientos que se desencadenaron en los meses subsiguientes y que todavía persisten en nuestro hacer diario.


El 31 de diciembre de 2019 se comunicaron varios brotes de neumonía de causa desconocida que compartían el antecedente epidemiológico de cercanía a un mercado de animales vivos en la ciudad china de Wuhan. El 9 de enero de 2020 se identificó como causante a un nuevo coronavirus, que recibiría el nombre de SARS-CoV-2(1, 2). Los coronavirus son una familia de virus que tienen una proteína de superficie que causa prominencias o espinas que recuerdan a una corona en la imagen del microscopio electrónico. La enfermedad quedó oficialmente bautizada como COVID-19. El día 11 de marzo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la pandemia mundial. Desde el inicio de la epidemia a la fecha de este resumen se han contabilizado más de 500.000 fallecimientos en el mundo y detectado cerca de 10.000.000 de casos.


El motor inicial de nuestra revista en su inicio hace tres años fue crear un punto de encuentro en lengua castellana, donde los apasionados de la ecocardiografía y otras técnicas de imagen tuviesen un foro común, con preferencia de exposición de casos clínicos. De esta idea nació RETIC, Revista de Ecocardiografía y otras Técnicas de Imagen Cardíaca.


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