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Ana Martín García*
Agustín C. Martín García*
Miguel Navarro**
Elena Díaz Peláez*
Pedro L. Sánchez*
* Servicio de Cardiología. Hospital Universitario de Salamanca. IBASAL-CIBER CV. Salamanca. España
** Servicio de Oncología. Hospital Universitario de Salamanca. Salamanca. España
Presentación del caso
Mujer de 62 años, sin factores de riesgo cardiovascular, diagnosticada de síndrome carcinoide (SC) en el año 2015 por tumor neuroendocrino ileal con enfermedad metastásica hepática extensa no resecable y tratada con somatulina y everolimus (Figura 1).

Es derivada desde el Servicio de Oncología a la Consulta especializada de Cardiooncología por hallazgos patológicos en la ecocardiografía transtorácica realizada según el protocolo habitual en pacientes diagnosticados de síndrome carcinoide.
La paciente refiere buena clase funcional, deambula diariamente 3 kilómetros y no tiene limitación para subir hasta tres pisos de escaleras. Niega astenia, ortopnea, disnea paroxística nocturna u otra clínica cardiovascular. Únicamente describe discretos edemas maleolares vespertinos.
En la exploración física se observa ligera ingurgitación venosa yugular y se ausculta un desdoblamiento del primer ruido cardíaco, soplo sistólico grado 4/6 que aumenta en inspiración asociado a soplo diastólico 2/6 suave en borde esternal izquierdo. En la analítica destaca elevación de cromogranina A, ácido 5-hidroxiindolacético (suero y orina) y discreta elevación del NT-proBNP (540 pg/ml).
El estudio ecocardiográfico transtorácico muestra valvulopatía tricúspide grave con estenosis por engrosamiento de los tres velos e insuficiencia grave por retracción de los mismos, fundamentalmente los velos septal y anterior (Vídeo 1, Vídeo 2 y Figura 2), con Doppler continuo denso con morfología triangular y flujo sistólico reverso en venas suprahepáticas (Vídeo 3).

La ecocardiografía tridimensional valora de forma sencilla la anatomía distorsionada de las válvulas (Vídeo 4). La válvula pulmonar está ligeramente estenosada y es insuficiente en grado moderado (Vídeo 5). Además, se objetiva insuficiencia aórtica ligera-moderada (Vídeo 6).
El ventrículo derecho está ligeramente dilatado y su función está preservada. El tamaño, la función sistólica y las presiones de llenado del ventrículo izquierdo son normales. La vena cava inferior está dilatada con ausencia de colapso inspiratorio. Se realizó ecocardiografía con suero salino agitado que, con maniobras de Valsalva, objetivó paso precoz de burbujas compatible con foramen oval permeable (Vídeo 7).
Con el objeto de evaluar de forma precisa las dimensiones y la función del ventrículo derecho se realizó una resonancia magnética cardíaca que confirma la dilatación ventricular derecha (Vídeo 8) y descarta la existencia de cortocircuitos intracardíacos significativos.
Discusión
Los tumores carcinoides son tumores neuroendocrinos raros de células enterocromafines (incidencia: 5,25/100.000) que suelen diagnosticarse en fases avanzadas. El tumor primario se localiza con más frecuencia en pulmón, recto o íleo y la edad media de presentación son 63 años(1). Cuando un tumor neuroendocrino metastatiza puede producir síndrome carcinoide por liberación de sustancias vasoactivas(2) (serotonina, bradicinina, prostaglandinas, histamina,...) que producen alteraciones vasomotoras, hipermotilidad gastrointestinal, hipotensión, broncoespasmo y, en más de la mitad de las ocasiones, afectación cardíaca que incrementa significativamente la morbimortalidad.
El síndrome de Hedinger se caracteriza por depósitos en placas de tejido fibroso (infiltración miofibroblástica y activación de células intersticiales valvulares que conducen a fibrosis) en estructuras cardíacas derechas o “prepulmonares” (válvula tricúspide, válvula pulmonar, arteria pulmonar, vena cava y seno coronario) porque las sustancias vasoactivas se inactivan en su paso a través de la circulación pulmonar.
La lesión valvular fibrosante se inicia en el endocardio de las cúspides valvulares, pero puede afectar al aparato subvalvular y los músculos papilares, produciendo estenosis y/o insuficiencia valvular. En el 90% de los síndromes de Hedinger existe afectación tricúspide por engrosamiento y rigidez de las tres valvas que condiciona una posición permanente de “semiapertura” valvular, resultando en insuficiencia y/o estenosis tricúspide(3). La insuficiencia tricúspide grave conduce a sobrecarga de volumen del ventrículo derecho con dilatación ventricular (90%) y auricular derecha (100%)(3). El 53% presenta afectación de la válvula pulmonar y un 10% mitral y/o aórtica. Esto último se relaciona con la existencia de foramen oval permanente (87%) o carcinoide bronquial (8%)(3).
La ecocardiografía es la técnica diagnóstica de referencia para la detección de la síndrome de Hedinger(4). Dada la frecuente ausencia de síntomas, se recomienda realizar una ecocardiografía transtorácica en todo paciente con síndrome carcinoide al diagnóstico y repetirla anualmente(4). Debe descartarse sistemáticamente la presencia de foramen oval permeable que conlleva la potencial lesión de las cámaras y válvulas izquierdas. Se recomienda el uso de la ecocardiografía tridimensional para una evaluación más detallada y completa de la anatomía valvular. La resonancia magnética cardíaca cuantifica de forma precisa del tamaño y la función sistólica ventricular y puede identificar placas fibrosas y metástasis cardíacas(5).
Los objetivos fundamentales del tratamiento en el síndrome carcinoide son la prolongación de la supervivencia libre de síntomas, el control de la sintomatología y la mejora de la calidad de vida.
Conclusión
La paciente fue presentada en sesión multidisciplinar entre el Servicio de Cardiología y el de Oncología. Dada la imposibilidad de actuación invasiva sobre las lesiones hepáticas, la función sistólica ventricular derecha preservada, la aceptable situación funcional de la paciente y el alto riesgo para cirugía cardíaca valvular, se decide tratamiento conservador con seguimiento cercano en las consultas externas de ambas especialidades.
Actualmente, tras 3 años de seguimiento, la paciente no ha experimentado empeoramiento clínico significativo, los valores de NT-proBNP se mantienen estables y no se ha objetivado una mayor dilatación o disfunción sistólica del ventrículo derecho.
- El síndrome de Hedinger sucede en la mitad de los pacientes con síndrome carcinoide. Fundamentalmente, afecta a las válvulas tricúspide y pulmonar por la exposición crónica del endotelio vascular a sustancias vasoactivas. Sólo un 10% tiene afectación mitral y/o aórtica.
- La valvulopatía está producida por la infiltración miofibroblásica endocárdica de las valvas y aparato subvalvular que conduce al progresivo engrosamiento y limitación de su movimiento con disfunción valvular consecuente.
- La ecocardiografía es la técnica de referencia para detectar el síndrome de Hedinger y se recomienda realizarla anualmente. En todo paciente se debe examinar la existencia de un foramen oval permeable.
- Yao JC, Hassan M, Phan A, et al. One hundred years after “carcinoid”: epidemiology of and prognostic factors for neuroendocrine tumors in 35,825 cases in the United States. Journal of clinical oncology: Official Journal of the American Society of Clinical Oncology 2008; 26: 3.063-3.072.
- Lundin L, Norheim I, Landelius J, et al. Carcinoid heart disease: relationship of circulating vasoactive substances to ultrasound-detectable cardiac abnormalities. Circulation 1988; 77: 264-269.
- Bhattacharyya S, Toumpanakis C, Burke M, et al. Features of carcinoid heart disease identified by 2and 3-dimensional echocardiography and cardiac MRI. Circulation Cardiovascular imaging 2010; 3: 103-111.
- Plockinger U, Gustafsson B, Ivan D, et al. ENETS Consensus Guidelines for the Standards of Care in Neuroendocrine Tumors: echocardiography. Neuroendocrinology 2009; 90: 190-193.
- Luis SA, Pellikka PA. Carcinoid heart disease: Diagnosis and management. Best practice & research Clinical endocrinology & metabolism 2016; 30: 149-158.