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Ester Bertolí Inglés*
Valentina Santamaría Hurtado**
* Enfermera sonocardiografista. Hospital Sant Pau. Barcelona. España
** Técnica sonocardiografista. Hospital Vall d’Hebron. Barcelona. España
Presentación
El pericardio es una membrana serosa donde está contenido el corazón y los grandes vasos. Está compuesto por dos capas, pericardio visceral y pericardio parietal. La cantidad normal de liquido en el saco pericárdico entre ambas varia entre unos 10-50 ml actuando cómo agente lubricante. Cuando entre estas dos capas hay una cantidad de liquido anormalmente elevada, se considera que existe un derrame pericárdico patológico. Las enfermedades del pericardio son enfermedades comunes en la práctica clínica, ya sea como hallazgo incidental o como parte de una patología preexistente, cardíaca o sistémica. Un derrame pericárdico puede clasificarse de distintas maneras, según su cronología, su volumen, su distribución o su composición (Tabla 1).
Clasificación del derrame pericárdico |
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Cronología | • Agudo • Subagudo • Crónico (> 3 meses) |
Volumen* | • Ligero < 10 mm • Moderado 10-20 mm • Importante > 20 mm |
Distribución | • Circunferencial • Loculado |
Composición | • Trasudado • Exudado |
* Estimado semicuantivamente por ecocardiografía como la medida del derrame en el saco posterior |
El diagnóstico del derrame pericárdico está generalmente basado en la ecocardiografía, siendo ésta la técnica de imagen cardíaca de elección para su diagnóstico y seguimiento.
Esta técnica no sólo permite evaluar la cuantía del derrame, sino también su repercusión hemodinámica, así como guiar la evacuación del líquido cuando se requiera.
Una vez que se detecta el derrame pericárdico, el primer paso es evaluar su volumen, teniendo en cuenta que éste no siempre está correlacionado con los efectos hemodinámicos que pueda causar.
La ecocardiografía bidimensional y el modo M son las técnicas de elección para el diagnóstico, cuantificación y seguimiento del derrame pericárdico.
Tanto el modo M como la imagen bidimensional (2D) muestran un espacio libre de ecos, o zona anecoica (Figura 1), entre ambas capas durante todo el ciclo cardíaco, considerando la suma de espacios libres de ecos en sacos anterior y posterior. La separación sólo en sístole de las dos capas representa un volumen clinicamente no significativo (Vídeo 1), mientras que una separación presente en sístole y en diastole está asociada con derrames pericárdicos mayores (Tabla 1). Se debe hacer énfasis en que la medición del derrame debe ser en telediástole para que ésta sea reproducible (Figura 2).


La ecocardiografía 2D, permite valorar la distribución (circuferencial o loculada) y composición (trasudativo o exudativo) (Vídeo 2) del derrame. Es esencial una evaluación en múltiples orientaciones, ya que, de no ser así, el líquido loculado puede pasarse por alto.
Hay que tener en cuenta que no toda zona aparentemente libre de ecos alrededor del corazón indica la existencia de derrame pericárdico. La presencia de una zona hipoecogénica en la región anterior del saco pericardio, pero ausente en la región posterior, sugiere la presencia de grasa epicárdica (Figura 3). Menos frecuente, la grasa subepicárdica también puede aparecer en localizaciones posteriores, lo que dificulta la diferenciación con el derrame pericárdico.

Lo que facilita la diferenciación entre derrame pericárdico y derrame pleural es la relación con la aórta torácica descendente. El derrame pericárdico se observa anteriormente a la aorta torácica descedente, mientras que el derrame pleural se extiende posteriormente a la misma (Figura 4).


- La ecocardiografia es una herramienta indispensable, y de primera elec- ción, en el diagnóstico y seguimiento de las patologías pericárdicas.
- La ecocardiografía permite evaluar de forma semicuantitativa el volumen del derrame, así como determinar su carácter difuso o localizado, y estimar su composición.
- El derrame pericárdico debe diferenciarse por ecocardiografía de otros pro- cesos que pueden presentarse como espacios hipoecoicos o anecoicos en la vecindad del corazón, como un panículo adiposo prominente, o un derrame pleural.
- Adler Y, Charron P, Imazio M, et al. 2015 ESC Guidelines for the diagnosis and management of pericardial diseases: The Task Force for the diagnosis and management of pericardial diseases of the European Society of Cardiology. European Heart Journal, 2015; 42: 2.921-2.964.
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