El presente trabajo de revisión va a estar centrado en el papel de la resonancia magnética como técnica de imagen en la disección aórtica. En esta patología la imagen multimodalidad tiene un papel fundamental, ya que se puede utilizar el TAC y ecocardiograma transesofágico tanto para el diagnostico como para tomar decisiones terapéuticas. Una vez superada la etapa aguda estamos ante la difícil tarea de valorar la evolución de estos pacientes.
En este contexto considero interesante el valor adicional de la resonancia magnética ya que a partir de este estudio y valorando los flujos en verdadera y falsa luz, podemos tener otra herramienta para valorar el pronóstico de estos pacientes.
La prevención de muerte súbita y de taquiarritmias ventriculares ha sido y sigue siendo un gran desafío para la medicina.
En la actualidad dicha prevención se basa en los valores de Fracción de Eyección del Ventrículo Izquierdo (FEVI). Se sugiere la implantación de un DAI (desfibrilador autoimplantable) en pacientes con valores de FEVI ≤35%. Pero la FEVI tiene una sensibilidad y una especificidad limitada.
La revisión del presente metanálisis propone la combinación del valor de FEVI con la detección de fibrosis / cicatriz miocárdica mediante RM cardíaca con secuencia de Realce Tardío de gadolinio (RTG), con el fin de mejorar la selección de aquellos pacientes que pueden beneficiarse de la terapia desfibriladora y evitar así la implantación de DAI en pacientes con riesgo bajo de eventos arrítmicos.
La formación de trombos intraventriculares (TIV) en el contexto de un infarto miocárdico implica un aumento de la morbilidad, es necesario contar con técnicas de imagen que nos ayuden a determinar los pacientes de mayor riesgo. Las técnicas actuales de flujo 4D, permiten cuantificar la energía cinética (EC) intraventricular. El presente trabajo, exploró la relación de los diferentes parámetros de EC y su asociación con presencia de TIV en pacientes con infarto, se trata de un estudio de cohorte prospectivo, con 3 grupos, control= 40, TIV (-)=36, TIV (+)=32, se demostró una disminución de la EC total promedio en controles vs infartos p<0,05, la FE disminuida y no la extensión del infarto se correlacionó con TIV (+). La caída de la EC diastólica tardía (ECA) logro diferenciar pacientes TIV (-) de TIV (+). La evaluación de la EC intraventricular podría ayudar a predecir la presencia de TIV en contexto de infarto.
El trabajo escogido se titula “Comprehensive Cardiac Magnetic Resonance for Short-Term Follow-Up in Acute Myocarditis” (J Am Heart Assoc. 2016;5:e003603). Sus autores describen las diferentes secuencias de resonancia cardíaca disponibles para diagnosticar miocarditis aguda y la capacidad de las mismas para seguir diferenciando entre miocardio enfermo y miocardio sano en el seguimiento a corto plazo de pacientes diagnosticados de miocarditis. Este trabajo es interesante porque la idea de seguir mediante resonancia cardíaca durante un tiempo breve la evolución de los parámetros de inflamación y fibrosis de pacientes con este diagnóstico ha sido poco explorada previamente. Por otro lado, es de utilidad clínica el conocimiento de la rentabilidad diagnóstica de los diferentes parámetros de resonancia cardíaca empleados en el diagnóstico de miocarditis en función del tiempo de evolución de enfermedad.
Entre los más recientes avances en resonancia cardíaca se encuentran los mapas de T1 y T2. La miocarditis continúa siendo una patología prevalente en nuestro medio, suponiendo del 5% al 20% de las muertes súbitas en pacientes adultos jóvenes(1), así como un precursor significativo de miocardiopatía dilatada. De ahí el interés en detectar a los pacientes con mayor riesgo en el momento del diagnóstico. En el artículo estudiado, se describe cómo la aplicación de los mapas de T2 en pacientes con diagnóstico de miocarditis aguda, podría tener valor pronostico adicional a los parámetros utilizados en la práctica habitual.
La miocarditis es una enfermedad inflamatoria del miocardio con una evolución muy variable, pero con unos factores predictores a largo plazo, en su mayor parte, desconocidos. La resonancia magnética cardíaca es la mejor técnica no invasiva para el diagnóstico de la miocarditis aguda. Está demostrado que la fracción de eyección del ventrículo izquierdo deprimida y el realce tardío de gadolinio son predictores de peor pronóstico en pacientes con miocarditis aguda. En este estudio multicéntrico los autores evalúan el valor pronóstico del realce tardío de gadolinio de la resonancia magnética cardíaca en pacientes con miocarditis aguda y función sistólica ventricular conservada. El patrón de realce se asoció con los eventos cardíacos mayores y menores que se puedan producir. Los autores sugieren que la diversidad de los patrones de realce pudiera deberse al diferente tropismo de los virus.
El infarto agudo de miocardio con elevación del segmento-ST (IAMCEST) es una enfermedad de alta prevalencia en cuyo tratamiento se ha evolucionado significativamente en las últimas décadas, especialmente con la angioplastia primaria, disminuyendo de forma notable, pero no suficiente, tanto su mortalidad como las complicaciones asociadas al mismo. El trabajo elegido es la “Identificación de pacientes de alto riesgo después de un infarto agudo de miocardio con elevación del segmento-ST”. Son muchas las incógnitas que existen sobre el tamaño del infarto y la obstrucción microvascular, cuáles son los factores predisponentes, y por tanto si consiguiéramos una mejor evaluación del problema quizá seríamos capaces de encontrar soluciones y con ello mejorar el pronóstico de los pacientes.
La sarcoidosis cardíaca es causa importante de morbilidad y mortalidad en los pacientes, pudiendo presentarse con arritmias, fallo ventricular o muerte súbita. Aunque existen criterios clínicos para el diagnóstico de sarcoidosis cardíaca, éstos carecen de sensibilidad. El hallazgo de realce tardío de gadolinio en los estudios de resonancia magnética cardíaca, siguiendo un patrón compatible, podría ayudar a establecer el diagnóstico en pacientes con sarcoidosis y sospecha clínica de afectación cardíaca.
Cada vez es más frecuente encontrarse en la práctica diaria pacientes que cumplen los criterios actuales para miocardiopatía no compactada (MNC). Dada la amplitud del espectro de manifestaciones clínicas de esta entidad, que puede ir desde la ausencia total de síntomas hasta arritmias ventriculares malignas, resulta de capital importancia para el clínico determinar qué características del paciente son las que determinan su pronóstico. En el artículo de investigación sobre el que versa el presente trabajo se estudia el valor pronóstico de los hallazgos por resonancia magnética cardiaca y se encuentra que dilatación del ventrículo izquierdo (VI), la disfunción sistólica de VI y presencia de realce tardío son los principales factores pronósticos, mientras que la mera presencia de hipertrabeculación tiene un significado pronóstico limitado.
Gracias a las herramientas diagnósticas y terapéuticas de las que se dispone en la actualidad se ha logrado aumentar la supervivencia del los enfermos de cáncer. Sin embargo, los tratamientos empleados pueden producir toxicidad cardiovascular que ensombrece doblemente el pronóstico: a la propia patología cardíaca se suma la necesidad de interrumpir en ocasiones el tratamiento oncológico.
Las antraciclinas son el pilar del tratamiento de tumores sólidos y hematológicos pero pueden producir disfunción ventricular. El seguimiento de los pacientes durante el tratamiento con antraciclinas se basa en la determinación de biomarcadores y la ecocardiografía. Estas técnicas son obviamente útiles, pero presentan limitaciones como la ausencia de valores de referencia establecidos en el caso de los biomarcadores o la baja reproducibilidad y detección de la disfunción ventricular una vez ya se ha desarrollado en el caso de la ecocardiografía. Sabemos que la resonancia cardíaca es el patrón de referencia en la cuantificación de la función ventricular y que además permite la caracterización tisular miocárdica. Cabría preguntarse qué valor adicional puede aportar la resonancia cardíaca en el seguimiento de los pacientes en tratamiento activo con antraciclinas. El artículo seleccionado nos parece interesante porque nos ayuda a encontrar algunas respuestas.