Su medida constituye el reflejo de la masa renal funcionante, siendo de utilidad para identificar la presencia de una enfermedad renal crónica, monitorizar su progresión, prevenir complicaciones, evitar fármacos nefrotóxicos y realizar ajustes de dosis de aquellos fármacos de eliminación renal.
La presencia de un FG inferior a 60 ml/min/1.73 m2 durante un periodo de tiempo igual o superior a tres meses, se considera un criterio diagnóstico de la enfermedad renal crónica. La concentración sérica de creatinina es la medida empleada normalmente en la evaluación de la función renal por su rapidez y sencillez, sin embargo, su determinación se encuentra afectada por distintas fuentes de variabilidad, en función de la edad, el sexo, la etnia, la masa muscular y el tipo de dieta.
Además, la relación entre la concentración sérica de creatinina y el FG no es lineal. El aclaramiento de creatinina, calculado a partir de la concentración sérica de creatinina y de su excreción en orina de 24 horas, es el método mayoritariamente empleado para la estimación del FG, pero no es una medida de estimación rápida.