Los pacientes con enfermedad coronaria muy avanzada son todo un reto para el clínico. Este caso clínico es un buen ejemplo de ello, con un paciente con arterioesclerosis muy extensa y grave en varios territorios vasculares que debuta con isquemia arterial aguda, pero en el que la evolución predomina la disfunción ventricular por enfermedad coronaria. A pesar de demostrar viabilidad miocárdica en las pruebas de imagen, la extensión y complejidad de las lesiones hizo que no fuera posible tratarlas. En casos como éste, a pesar de que se conoce cuál es el tratamiento ideal, el viaje termina sin alcanzar la orilla de la revascularización.