El angiosarcoma cardíaco es un tumor primario maligno infrecuente de origen mesenquimal con muy mal pronóstico, que tiende a infiltrar el corazón e invadir las estructuras circundantes. El diagnóstico inicial se realiza habitualmente con ecocardiografía transtorácica y transesofágica, que aportan mucha información como, por ejemplo, extensión, sitio de implantación, tamaño y parámetros hemodinámicos relacionados con la presencia de la masa. El estudio se puede complementar con otras técnicas como la resonancia magnética cardíaca y la tomografía computarizada cardíaca.
Tras sus merecidas vacaciones, Javier López Opitz nos envía un nuevo miniCASO para debate, desde Chile.
Rescatamos este caso del Dr. Gorka Bastarrika para vuestro análisis y comentario.
El mixoma cardíaco es el tumor primario benigno intracardíaco más frecuente. Su localización típica la encontramos en la aurícula izquierda, adherido al septo interauricular. La ecocardiografía es su principal método diagnóstico. Se presenta el caso de un mixoma cardíaco que, como peculiaridades, tiene en primer lugar una localización atípica, al situarse en la orejuela izquierda; y, en segundo lugar, que se diagnosticó a partir del hallazgo accidental de una masa auricular en una TC solicitada en nuestro Servicio de Urgencias como aplicación directa del protocolo sobre “Manejo de los pacientes bajo sospecha de COVID-19”.
Presentamos el caso de una paciente con síndrome coronario agudo con elevación del segmento ST tratada con fibrinolíticos y derivada para angioplastia de rescate. En el ecocardiograma transtorácico control (ETT), luego de la cinecoronariografía, se evidencia masa adherida al septum interauricular, sospechándose mixoma (MX) con diagnóstico diferencial de trombo en tránsito, por lo que se realiza ecocardiograma transesofágico (ETE), donde se visualiza la masa implantada en el septum interauricular con trombo adherido. El diagnóstico de mixoma se confirmó posteriormente durante la resección quirúrgica y anatomía patológica.
Los tumores cardíacos representan un desafío diagnóstico y terapéutico. La mayoría son metástasis, siendo los tumores primarios raros. La clínica es inespecífica en ambos casos, siendo su localización una pieza clave en el enigma diagnóstico. La ecocardiografía es una herramienta diagnóstica fundamental en el diagnóstico de tumoraciones intracardíacas. Se presenta el caso de una mujer joven con clínica inicial de síndrome coronario agudo a quien se le encuentra una tumoración en la aurícula derecha de etiología a determinar.
La ecocardiografía sigue siendo la técnica de imagen más utilizada para el estudio de las masas cardiacas, por su accesibilidad y bajo coste. Sin embargo, en ocasiones presenta importantes limitaciones, derivadas principalmente de la mala calidad de las imágenes y de un campo de visión relativamente pequeño. En cambio, la resonancia magnética (RM) proporciona imágenes de gran calidad con un excelente contraste de tejidos y un campo de visión más extenso. En el estudio de las masas cardiacas, proporciona una información anatómica muy completa que puede ser fundamental para el tratamiento del paciente, incluidos la infiltración de estructuras cardiacas y mediastínicas, la vascularización y el punto de anclaje de la masa. La RM permite, además, el estudio de las alteraciones funcionales causadas por esa masa, y en muchas ocasiones su caracterización tisular.
El diagnóstico de los tumores cardíacos recae principalmente en el uso de las diferentes técnicas de imagen cardiovascular, siendo la principal la ecocardiografía en sus diferentes variantes (transtorácica, transesofágica, con contraste, tridimensional, etc.), sin dejar de lado a la tomografía cardíaca computarizada y a la resonancia magnética cardíaca. Se presenta el caso de un paciente con una masa gigante en cámaras derechas, que sirve de ejemplo de la aplicación de algunas de estas técnicas de imagen.