Los doctores Ángel Alonso Gómez, Miguel Ángel García Fernández, José Juan Gómez de Diego y Luis Jesús Jiménez Borreguero debaten sobre la mejor técnica de imagen cardíaca.
El síndrome aórtico agudo constituye una de las urgencias cardiovasculares más graves. Incluye tres condiciones clínicas relacionadas: la disección aórtica clásica, el hematoma intramural y la úlcera ateroesclerótica penetrante, siendo su principal manifestación clínica el dolor torácico. La gravedad del SAA depende de su ubicación en la aorta. Así, aquéllos que se originan en la aorta ascendente (tipo A de Stanford) poseen la mayor gravedad y requieren una resolución quirúrgica urgente. Para lograr el diagnóstico correcto, se requiere un alto grado de sospecha clínica, así como el uso apropiado de técnicas de imágenes, entre las que destacan la tomografía computarizada, la ecocardiografía transesofágica y la resonancia magnética. Este artículo de revisión trata aspectos generales sobre el síndrome aórtico agudo haciendo especial énfasis en su diagnóstico por imágenes.
La coartación aórtica es una malformación congénita relativamente frecuente. Sus manifestaciones abarcan un amplio espectro de presentación, pudiendo mostrar síntomas desde el nacimiento, o bien diagnosticarse en la edad adulta. Para su manejo se dispone de una amplia gama de técnicas de imagen que permiten valorar la anatomía de la estenosis, las repercusiones estructurales en el ventrículo izquierdo, las alteraciones hemodinámicas y las complicaciones asociadas. La ecocardiografía transtorácica es la técnica de primera línea. Para la valoración quirúrgica en la coartación nativa y el seguimiento de la coartación reparada, la tomografía computarizada y la resonancia magnética son las técnicas de elección.