Con el pasar de años, continuamos en la búsqueda de la técnica ideal para el abordaje de la severidad y extensión de la enfermedad arterial coronaria, modificando técnicas invasivas y no invasivas para el diagnóstico y seguimiento de estos pacientes.
Se realizó un estudio prospectivo, observacional, multicéntrico, en el que se evaluó qué tan factible resulta la medición de la reserva de flujo coronario mediante ecocardiograma estrés y cuál es su correlación con las diferentes variables hemodinámicas, anatómicas y funcionales en la enfermedad arterial coronaria y falla cardíaca.
Las anomalías del nacimiento de las arterias coronarias son poco frecuentes. La sospecha clínica, junto con la utilización de nuevas metodologías de imágenes en cardiología ayudan a mejorar su diagnóstico, las formas de presentación clínica y la evolución de estos pacientes. Se presenta una serie de 3 pacientes en los que se utilizaron diferentes métodos complementarios, incluyendo electrocardiograma (ECG), ecocardiograma Doppler (eco), coronariografía (CCG) y tomografía multiforme (TMC).
Hasta el 13% de las poblaciones de los 21 países endémicos siguen en riesgo de contraer la enfermedad de Chagas. La infección nacional estimada es más alta en Bolivia (6,1%), seguida de Argentina (3,6%) y Paraguay (2,1%), mientras que la mayor cantidad de personas que viven con la enfermedad de Chagas, el 42% de todos los casos, vive en Argentina (1,5 millones personas) y Brasil (casi 1,2 millones de personas). Es probable que casi 1,2 millones de personas en estos países tengan miocardiopatía chagásica. En las últimas décadas, la enfermedad de Chagas también se ha detectado en países no endémicos, fenómeno ligado a la movilidad poblacional y los movimientos migratorios que ha llevado a la globalización de la enfermedad. Como consecuencia de la migración mundial más de 300.000 personas en los Estados Unidos, 100.000 en Europa, 5.500 en Canadá, 3.000 en Japón y 1.500 en Australia viven actualmente con la infección por Trypanosoma cruzi(1,2,3,7).